jueves, 18 de octubre de 2012

Incluir la flexibilidad en el desarrollo de tu cuerpo

Necesitas ser más flexible

El ejercicio y un buen estado físico van mucho más allá de la fuerza que tengas, de la resistencia o la velocidad que puedas alcanzar. Tu estado físico, para que sea uno bueno, tiene que cumplir con una serie de requisitos que no se limitan a los mencionados arriba, y definitivamente tiene que incluir cierto grado de flexibilidad en tu cuerpo.
La flexibilidad del cuerpo es un aspecto del entrenamiento que muchísimas personas subestiman, pero es algo que tiene un valor y un impacto tremendo en nosotros. Al reconocer sus beneficios y el papel que cumplen en nuestro desempeño comprenderás las razones para hacerlo, y con suerte en tu próxima rutina o tal vez esta misma noche ya estés aplicando un poco de estiramientos para mejorarla.
Piensa en la flexibilidad como la capacidad de tu cuerpo para ser elástico. Y piensa en la falta de ella como el escenario perfecto para las malas posturas y las lesiones. Por ejemplo, algo que puede afectarte por no tener flexibilidad es la mala postura, lo que a su vez ocasiona desequilibrios en tu biomecánica y en el rango de movimiento que eres capaz de efectuar. Estos desequilibrios causan mayor presión o estrés en ciertas áreas de tu cuerpo como son los ligamentos y cartílagos, y el resultado más común son problemas y dolores en zonas como la espalda, la cadera y el cuello.
Pero no solo eso, carecer de flexibilidad limita seriamente tu rango de movimiento, y si practicas un deporte, bailas o simplemente no puedes agacharte para recoger algo del suelo eso te impide moverte con libertad, y obviamente reduce tus posibilidades de un buen desempeño en tus actividades, sean cuales sean.
Y hay más. Si vas al gimnasio y al día siguiente te duele todo una de las razones es porque no estiras. Estirar termina de eliminar todo el ácido láctico del estímulo que le diste a tus músculos, y eso hace que tus músculos se encuentren mejor y más recuperados al día siguiente.
Claro que la flexibilidad es algo que se entrena y es algo que puede mejorarse considerablemente con ejercicios de estiramiento y otras actividades como el yoga por ejemplo. Así que ahora que ya comprendes por qué es tan importante entrenar tu flexibilidad aquí te dejaremos unos cuantos consejos para recuperar tu elasticidad tanto como te sea posible.

- Estira todos los días y siempre, pero siempre estira luego de tu rutina de ejercicios. Mucha gente comete el error de salir disparando del gimnasio al terminar la rutina. Pero una rutina, cualquiera que sea la que hagas, no termina hasta que se hacen los ejercicios de estiramiento. Por lo tanto nuestra recomendación es que contemples 10 minutos de tu rutina para estirar. No es mucho tiempo, y los beneficios en el largo plazo son más que buenos.
- Antes de entrenar NO tienes que estirar, tus músculos están frios y puedes lesionarte. Por el contrario los estiramientos tienen que ser al final del ejercicio. Y si solo vas a hacer una sesión de estiramientos asegúrate de hacer algunos minutos de movimientos, como pueden ser los saltos militares, las sentadillas y las flexiones de brazos para que la sangre circule por tus músculos y estos tomen temperatura. Luego estira.
- Nunca fuerces tus músculos durante el estiramiento. Estirar no tiene que incomodar, simplemente estira hasta donde sea tu límite y luego con el paso del tiempo irás mejorando. Estirar no tiene que ser doloroso ni incómodo.
- Ten alguna forma de control y apunta a mejorar tus estiramientos y tu elasticidad todos los meses. Si te tocas las pantorrillas al estirar los femorales apunta a llevar tus manos más cerca de los tobillos para el próximo mes, luego hasta los pies, luego sobrepasarlos…


Fuente: www.tu-cuerpo-ideal.com
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