viernes, 25 de noviembre de 2016

Las distintas fases del calentamiento antes de comenzar a entrenar

Sabemos que el calentamiento es una de las partes indispensables del entrenamiento, que no debemos pasar por alto sea cual sea el deporte que vamos a practicar. Nos sirve tanto para poner sobre alerta a nuestro cuerpo de que vamos a demandarle un esfuerzo extra como para minimizar el riesgo ante posibles lesiones.
Por eso un buen calentamiento debe ser completo: con él podremos comenzar a movilizar las articulaciones, elevar nuestra temperatura corporal en un par de grados y mejorar la circulación de la sangre (con los nutrientes y oxígeno que contiene) hacia nuestros músculos. ¿Conoces las diferentes fases de un calentamiento completo?

- Fase de calentamiento general: esta fase, la primera que debemos realizar, se compone de ejercicios globales a través de los cuales aumentamos la temperatura corporal y comenzamos a trabajar el sistema cardiorrespiratorio. Es la fase que solemos realizar todos cuando calentamos: caminar en la cinta, unos minuto de bicicleta o elíptica...
- Fase de calentamiento específico: esta es la fase de la que nos olvidamos muchas veces, que está formada por movimientos más específicos que nos ayudan a movilizar las articulaciones que van a participar de forma concreta en el entrenamiento y a aumentar el flujo de sangre hacia ciertos grupos musculares. Puede estar formado por los mismos movimientos que van a formar parte de nuestra rutina realizados sin peso y con un rango de movilidad menor, o ejercicios que nos ayuden a mejorar la técnica del ejercicio que vamos a realizar.

Muchas veces, cuando vamos a realizar un entrenamiento con peso en sala de fitness, simplemente pasamos unos minutos en la cinta y directamente después comenzamos con las series de ejercicios que nos tocan cada día.
Es importante que recordemos al menos realizar un calentamiento específico para movilizar las articulaciones que estarán implicadas en el entrenamiento y que aprovechemos esos primeros minutos para mejorar la técnica y para concentrarnos en el entrenamiento que tenemos por delante.


Fuente: vitonica.com
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viernes, 18 de noviembre de 2016

Entrenamiento de fuerza en niños. Lo que la ciencia dice al respecto

Aunque hay muchos mitos que ya se han desmentido, el entrenamiento de fuerza en niños aun continúa siendo un tema polémico que reúne tantos adeptos como detractores, por eso, hoy te contamos lo que la ciencia dice al respecto.

Más beneficios que perjuicios
Aunque aun es poco frecuente ver niños en una sala de musculación o levantando pesas debido a la creencia de que es inseguro, puede lesionarlos o incluso, detener el proceso de crecimiento, la ciencia no sólo no puede comprobar tales efectos, sino que ha demostrado más beneficios que perjuicios.
Científicos de la Universidad de Newcastle han observado una relación positiva entre la fuerza muscular en niños y adolescentes y una menor adiposidad, menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y óseas, así como mejor autoestim, por lo que, se puede deducir que lejos de perjudicar el desarrollo y la salud, el entrenamiento de fuerza a temprana edad lo beneficia.
Por otro lado, un reciente estudio publicado en British Journal of Sports Medicine, concluye que para desarrollar habilidades deportivas en edades posteriores, mejorar la aptitud muscular mediante un adecuado entrenamiento de fuerza podría ser de gran ayuda en niños o adolescentes, sobre todo, si se intenta una especialización deportiva años después.
Asimismo, el entrenamiento de fuerza a edades tempranas puede favorecer el desarrollo cerebral al promover habilidades motoras, la socialización y el autoestima, lo cual no sólo repercute en el control motor sino también, en el desarrollo emocional de cada niño.
Como si fuera poco, lejos de poder ser un riesgo de sufrir lesiones, el entrenamiento de fuerza que mejora el desarrollo neuromuscular puede ser clave para prevenirlas antes de que se concrete la formación ósea y neuromuscular alterada, de allí que a corta edad, el entrenamiento que favorezca la aptitud muscular puede contribuir a prevenir lesiones más que generarlas, según han demostrado científicos en el año 2013..
Como podemos ver, no son pocas las evidencias que confirman que el entrenamiento de fuerza en niños puede ofrecer más beneficios que perjuicios y que puede ser más recomendable de lo que pensamos a temprana edad.

¿Qué características debe reunir el entrenamiento?
Como en los adultos, el entrenamiento de fuerza en niños debe ser correctamente planificado por profesionales calificados que permitan así, obtener mayores beneficios a la actividad.
En este sentido, el American College of Sports Medicine señala que el entrenamiento debe ser progresivo, regular, creativo, supervisado, debe respetar el principio de sobrecarga y socialización y producir placer en quienes lo practican.
Así, es claro que poco a poco debe generarse el desarrollo neuromuscular pero para producir beneficios, la sobrecarga debe incrementarse paulatinamente, y el descanso es necesario, por eso, podría ser recomendable el entrenamiento de fuerza en niños unas dos o tres veces por semana en días no consecutivos.
Por otro lado, la variedad de ejercicios, movimientos y/o equipamiento puede mejorar las habilidades cognitivas, incentivar la creatividad e imaginación, y además, se debe fomentar la socialización y se debe priorizar el placer, pues los niños deben sentirse a gusto con su práctica.
Y como todo con los niños, si queremos garantizar la seguridad y eficacia del entrenamiento de fuerza, éstos deben estar supervisados y guiados por profesionales del fitness calificados.
Entonces, respetando ciertas características y planificado por profesionales, el entrenamiento de fuerza en niños puede ser beneficioso y recomendable, pues la ciencia no sólo desmiente los daños y riesgos de esta actividad sino que muestra diferentes ventajas de su práctica a corta edad.


Fuente: vitonica.com
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viernes, 11 de noviembre de 2016

El cambio que ocurre en el cerebro cuando dejamos de hacer ejercicio

Todos, o casi todos, somos conscientes de que practicar ejercicio físico es muy beneficioso, pero muy pocos saben que para aprovechar esas ventajas al máximo debemos ser constantes. Las investigaciones realizadas en este campo sugieren que para mantenerse en forma y cuidar la salud, serían suficientes entre 150 minutos de ejercicio aeróbico a la semana. 
Sin embargo, no es buena idea condensar el ejercicio en un único día, lo ideal sería dedicarle al menos media hora tres días a la semana. De hecho, si el objetivo es lograr cambios significativos a nivel cerebral, es imprescindible ser constantes. No obstante, ¿te has preguntado qué podría suceder en tu cerebro cuando te detienes? ¿Qué pasa cada vez que dejas de correr o abandonas el gimnasio? Un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Maryland tiene la respuesta.

El ejercicio aeróbico potencia el funcionamiento del cerebro
La actividad aeróbica es muy beneficiosa para el cerebro. Este tipo de ejercicio facilita la neurogénesis, es decir, la formación de nuevas neuronas, que irán a sustituir aquellas que mueren todos los días, de manera que las conexiones neuronales no se afecten demasiado y podamos seguir pensando, recordando y poniendo en práctica los hábitos que hemos aprendido. 
Por supuesto, esas nuevas células nerviosas también permiten establecer conexiones neuronales nuevas, lo cual significa aprender cosas nuevas. De hecho, se ha apreciado que el ejercicio aeróbico potencia la formación de células gliales, las cuales ejercen una función de soporte para las neuronas e intervienen en el procesamiento cerebral de la información.
Todo esto ocurre, principalmente, debido a que aumenta el riego sanguíneo al cerebro. Investigadores de la universidad de Iowa comprobaron que la actividad física estimula la angiogénesis; es decir, la formación de vasos sanguíneos a partir de los vasos preexistentes. Dado que el cerebro consume una gran cantidad de oxígeno, el hecho de que tenga más vasos sanguíneos y un mayor flujo de sangre, no puede ser sino beneficioso y mejorar las funciones cognitivas. 

¿Qué pasa en tu cerebro cuando dejas de practicar actividad física?
Se ha apreciado que la actividad física no solo incrementa el flujo sanguíneo durante el ejercicio sino que este efecto se mantiene a lo largo del día. En diferentes experimentos se ha podido comprobar que cuando las personas que llevaban un estilo de vida sedentario comenzaban a practicar ejercicio, aumentaba rápidamente el flujo sanguíneo al cerebro, el cual se mantenía incluso cuando estaban descansando.
Sin embargo, los efectos del ejercicio físico no duran por siempre, lo demuestra un estudio realizado con atletas que habían pasado por lo menos los últimos 15 años de su vida entrenando una media de 4 horas a la semana. Los resultados fueron sorprendentes.
En esta investigación se apreció que después de 10 días de inactividad el flujo sanguíneo disminuía en ocho regiones diferentes del cerebro, entre ellas el giro temporal inferior, el cual desempeña un papel fundamental en el procesamiento visual, la memoria semántica y el reconocimiento de objetos complejos, rostros y números.
El lóbulo parietal inferior, que nos permite detectar las emociones mirando los rostros de las personas y nos ayuda a interpretar la información proveniente de los sentidos, también es otra de las zonas afectadas. Además, se afectó el giro fusiforme, relacionado con el reconocimiento de las palabras y los rostros, así como el hipocampo, que fue la zona más comprometida. El hipocampo desempeña un papel fundamental en la memoria y es una de las estructuras más afectadas en las demencias.
Estos neurocientíficos afirman que si apreciaron estos cambios en tan solo 10 días de inactividad, un periodo de tiempo mayor sería nefasto. Por eso, no es extraño que un estilo de vida sedentario se haya vinculado con un mayor riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas.
Por tanto, ahora ya lo sabes: la actividad física moderada y constante es la mejor fórmula para mantener activo tu cerebro.


Fuente: rinconpsicologia.com
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viernes, 4 de noviembre de 2016

¿Cuánto debe durar una rutina hiit para obtener resultados?

Una de las formas de ejercicio más populares que deberías conocer es el HIIT (High Intensity Interval Training o Entrenamiento en Intervalos de Alta Intensidad).
Originalmente destinado para atletas, el HIIT es cada vez más utilizado en la población para combatir las consecuencias de una vida ocupada y sedentaria y por personas que quieren perder peso pero no tienen tiempo para ejercitarse.
En eso, el HIIT destaca, ya que es muy efectivo en quemar grasa corporal en poco tiempo. Pero primero, tienes que conocer algunos conceptos importantes sobre el entrenamiento HIIT para sacar el máximo provecho de él, como cuánto debe durar una rutina de este tipo.

¿Qué es el HIIT?
El HIIT es un tipo de entrenamiento cardiovascular, pero difiere del ejercicio estable ya que se alternan intervalos de alta intensidad y baja intensidad (o un descanso). Estos intervalos duran un tiempo determinado y se pueden repetir las veces necesarias.
Por ejemplo, una rutina básica de HIIT podría consistir en 30 segundos de sprint (intensidad alta) y 30 segundos  demarcha (intensidad baja). Esta serie se repetiría 3 veces.
Para un entrenamiento más intenso, podrías repetir la serie más veces, cambiar la duración de los intervalos (45 segundos sprint y 15 segundos marcha) o incrementar la intensidad (sprint y trote).
Si practicas el HIIT regularmente, podrás bajar del peso y acondicionar tu cuerpo con resultados rápidos.

¿Qué dice la ciencia del entrenamiento HIIT?
El investigador Izumi Tabata descubrió que con un entrenamiento en intervalos de alta intensidad obtenía mejores resultados y más rápidamente en patinadores olímpicos en comparación con el ejercicio aeróbico. Tabata elaboró los principios del entrenamiento llamado Tabata, el precursor del HIIT. Desde entonces, numerosos estudios han apoyado la conclusión que la práctica habitual del HIIT es superior en quemar la grasa, perder el peso, fortalecer los sistemas de energía aeróbicos y bajar los niveles de insulina en ayunas.

¿Por qué el HIIT es más eficaz para quemar grasa?
Una rutina HIIT debe elevar la frecuencia cardiaca hasta 85-90% del máximo para que los músculos trabajen sin oxígeno. Este ejercicio anaeróbico permita el consumo excesivo de oxígeno tras el ejercicio, un efecto post-quemador o afterburn effect, que sigue oxidando la grasa horas después de una sesión de ejercicio intenso.
Cuando haces ejercicio estable como trotar a un ritmo moderado, usas el sistema de energía aeróbica. Mientras el ejercicio dure mucho tiempo y no sea muy intenso, el cuerpo solo oxidará la glucosa y la grasa durante el ejercicio, además de no obtener ningún efecto adicional después.
Eso significa que una rutina de HIIT solo conlleva resultados si te esfuerzas realmente al máximo.

¿Cuánto debe durar una rutina HIIT?
Debido a las diferencias en habilidades y preferencias en las personas, no hay un consenso sobre esta cuestión. Por ejemplo, una rutina Tabata dura 4 minutos mientras que clases de HIIT en el gimnasio suelen durar una hora. Sin embargo, para la mayoría de las personas, una rutina HIIT lo suficientemente intensa debe durar entre 20 a 30 minutos. Si tu rutina dura más de 30 minutos es probable que no estás esforzándote hasta tu máxima intensidad. Por otro lado, si el ejercicio dura menos de 15 minutos, es probable que no veas resultados satisfactorios.
Debes tener en cuenta que ésto depende también de  tu aptitud física actual. Una persona muy sedentaria podrá mejorar su cuerpo y salud con unos pocos minutos de ejercicio, mientras que un atleta serio tiene que entrenar mucho para superar su propio récord personal.

¿Cuáles son las desventajas de realizar entrenamientos HIIT muy largos?

1. Problemas en la hipertrofia muscular
El HIIT, como todo el entrenamiento cardiovascular no te ayuda crecer los músculos y ser más fuerte. Para esto, tienes que levantar pesas pesadas y reducir el ejercicio aérobico.
Recuerda, el entrenamiento HIIT es para perder grasa y aumentar la capacidad cardiovascular, pero en ningún caso debería hacerte perder la masa muscular.

2. Provocar demasiado estrés
El principio del entrenamiento es encontrar la balanza óptima del estrés físico y recuperación para alcanzar ganancias en fuerza y energía. Un riesgo potencial es que el HIIT produce una demanda metabólica grande. Sin conocer tus límites, podrías esforzarte demasiado y producir un estrés excesivo.

¿Cuántos días debo practicar HIIT?
Tomando todos los factores en cuenta, la referencia es 20-30 minutos del HIIT 3 días a la semana. Si a ésto le añades un día de entrenamiento de fuerza con pesas y descansos suficientes para mantener la masa muscular, tendrás el programa de ejercicio ideal para perder grasa y no perder masa muscular.

Conclusión
La duración optima de una rutina de HIIT depende de ti y tu estilo de vida, pero podemos concluir que 20-30 minutos del HIIT unas 2-3 veces a la semana satisfará los objetivos de una persona que intenta tener un estilo de vida activo y sano.



Fuente: entrenamiento.com
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