viernes, 30 de septiembre de 2016

Errores entrenanado que los mayores de 35 años deben evitar

El envejecimiento, si se encamina de la manera correcta, puede estar lleno de belleza, sabiduría, alegría e iluminación. Puedes ahorrarte problemas durante muchos años, tanto el dolor como la calamidad, ya que las personas exitosas son aquellas que saben adaptarse a él, sabiendo que las reglas de la biología aplican para ti y que tu educación es tu mejor aliado.
En el caso del entrenamiento, ésto se aplica de la misma manera. Descubre cuáles son los errores de entrenamiento más comunes en los atletas mayores de 35 años.

1. Pensar que se puede entrenar igual que cuando se era joven
Todos sabemos que los desastres alimenticios que hacíamos en el pasado han llegado a su fin. Ya no hay más pizzas con cerveza fría ni comidas hipercalóricas en la noche. Aún así, a pesar de limpiar tu dieta y estilo de vida quieres seguir entrenando como cuando tenías 20 años, con el mismo volumen de ejercicios y los mismos días de descanso.
Ésto no tiene sentido, ya que tu cuerpo no responde de la misma manera a la que respondía con 15 o 20 años menos, y aunque lo intentes no podrás mantenerte “al día” con el mismo entrenamiento que pueda llevar a cabo un joven de menor edad.
La ciencia nos dice que a medida que cumplimos años metabolismo se ralentiza, tarda mucho más en recuperarse y se producen cambios en los patrones de sueño y ritmo cardíaco, lo que significa que dormirás menos en la noche y el sueño será cada vez menos reparador.

2. Seguir pensando que más es mejor
¿Entrenar más intenso es beneficioso? Por supuesto que no, pero un entrenamiento inteligente con una correcta recuperación por supuesto que lo es. Tu rutina debe ser estar dirigida al cumplimiento de objetivos, sea cual sea la meta que tengas.
Tu rutina debe permitir la reconstrucción de los músculos hipertrofiados durante la sesión de entrenamiento. A medida que envejeces, el organismo tarda más en reconstruirlo, por lo cual es mejor que busques un entrenador personal de cara a que pueda hacer un seguimiento más personalizado de tus rutinas y recuperación.
La mecánica y alineación del cuerpo (es decir, la movilidad) así como la técnica utilizada, juegan un papel fundamental en tus sesiones de entrenamiento igual que tu edad. Tener dolores articulares no está bien, y si los tienes son síntomas de lesiones. No tengas miedo de buscar nuevas técnicas que permitan todo el desarrollo potencial que hay dentro de ti.
Recuerda, la abundancia y las complicaciones son la forma de la juventud, pero la calidad y la simplificación son el desafío de la edad adulta. ¡Aplica ésto a tu entrenamiento!

3. No dar importancia al sedentarismo
Pasar muchas horas sentado, independiente de si se entrena o no, es una de las razones principales de dolores en la cadera y en los isquiotibiales, ya que se debilitan nuestros músculos estabilizadores. Por otra parte, esta conducta también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad.
Analiza tu situación, determina cuántas horas pasas sentado, y cuántas horas tienes de actividad física. Activa un plan contra el sedentarismo que te permita caminar más; evita entumecer tus músculos y realiza actividades físicas que mejoren tu condición.

4. No tomar conciencia de tu edad real
Existen muchos factores que no existían en tu vida cuando estabas joven que ahora sí están presentes día a día: los niños, cuentas por pagar, facturas, más responsabilidades laborales, más responsabilidades en el hogar, estrés, decisiones por tomar, menos horas de sueño y menos tiempo en el día para dedicarlos a ti mismo.
Todo ésto debes tenerlo en cuenta. Tu plan de entrenamiento debe tener en cuenta tus niveles de estrés, la cantidad de horas de sueño y si estás al día con tu dieta. No tiene que ser un registro complicado, sin embargo. si es importante llevar un control.
La verdad es que no hay ningún día malo para entrenar, aunque alguna que otra vez las obligaciones se interpondrán entre ti y la rutina. En esos casos haz lo que puedas y hasta donde puedas, pero no dejes de ser constante en tu visión y objetivo.

5. Compararte con otras personas
Es peligroso tener tu mirada puesta en aquellos profesionales que dedican su vida y trabajo a estar en el gimnasio, y que además son 10 o 20 años más jóvenes que tú. Esas personas no tienen la misma vida que tú, de hecho su estilo de vida está muy lejos de las preocupaciones que tienes en tu mente. No estás comparando manzanas con manzanas: sois dos tipos de personas totalmente diferentes.
La mejor persona para compararte eres tú mismo. Sé inteligente, trata de ser constante e intenta medir tus propios resultados; quizás tardes más en llegar a tus objetivos, pero lo importante es mantener un buen estado de salud.

Conclusión
Lo mejor que puedes hacer a la hora de entrenar cumplida una cierta edad es divertirte. Evita la presión, convierte al ejercicio como parte de tu vida y disfruta de ello. Debes reconocer que la satisfacción inmediata con resultados no es parte fundamental en tu entrenamiento, pero sí lo es convertir al ejercicio en una práctica disciplinada. Si eliminas la presión aprenderás que optimizar la condición física puede ofrecer más que una apariencia agradable de ver: se traducirá en calidad de vida.
Estos son los consejos que te ayudarán a asegurar que tu vida esté llena de belleza, salud y sabiduría. ¡Evita éstos 5 errores comunes y obtén resultados mucho más satisfactorios!


Fuente: entrenamiento.com
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