jueves, 18 de julio de 2013

El stretching

Hoy vamos a hablar sobre una técnica que en los últimos tiempos se ha puesto muy de moda, se trata del stretching, ¿alguna vez lo has practicado? Si no es así en esta serie de notas te contamos todo lo que debes saber sobre el mismo, de forma que puedas intentarlo, ya que es una forma de ejercicio sumamente beneficiosa.
Esta técnica consiste en recuperar la elasticidad y flexibilidad de los tejidos blandos a través de la colocación del cuerpo en diferentes posturas. Estos movimientos nos permitan aumentar la amplitud del movimiento articular de las zonas. Para entender un poco mejor ponemos un ejemplo, generalmente cuando estamos muy cansados solemos estirarnos inconscientemente, esto tiene una razón de ser, es porque nuestro cuerpo siente la necesidad de estirarse y abrirse para relajar los músculos.
Algo muy importante a la hora de practicar el stretching es que los movimientos los realicemos de forma lenta y progresiva, no debe producir ningún tipo de dolor, los ejercicios no deben superar los 20-30 segundos. Algo también fundamental es la respiración, debe ser rítmica y estar controlada en todo momento. Lo que se busca es que se exhale el aire en el momento de realizar el estiramiento y nunca contener la respiración durante los ejercicios.
Por último, te contamos que entre los beneficios de esta actividad se destaca que nos permite mejorar la postura corporal, mejorar del retorno venoso, amplitud de movimiento muscular o prevención de contracturas y lesiones. Esto era lo que teníamos para compartir hoy, aunque no es lo único, te animamos a leer la próxima nota en donde te contamos un poco más, ¡no te la pierdas!

Los diferentes tipos de stretching
Por un lado tenemos el que está enfocado a la tonificación de los músculos en general y por otro, hay estiramientos más específicos dirigidos a una zona concreta.
Tenemos stretching para la zona lumbar y la cadera, en este caso debes tumbarte en el suelo, extender una pierna y flexionar la pierna opuesta 90º. Con la pierna flexionada empuja hacia el suelo. Estirar el brazo opuesto a la pierna flexionada, girar la cabeza y mirar el brazo extendido, pero manteniendo la espalda apoyada. Mantener la posición 30 segundos.
Por otro lado, en el caso de los brazos, hombros y pecho, debes coger una toalla por los extremos, levanta los brazos en alto y muévelos hacia atrás y hacia delante. Mantén la tensión de 10 a 20 segundos. El movimiento debe ser fluido, por tanto, las manos no deben estar demasiado próximas. En el caso de los glúteos, también en la posición tumbados en el suelo cruza una pierna sobre otra, relajando piernas y pies. Rodea con los brazos por detrás de los muslos y entrecruza los dedos. Con esta posición, vete acercanco las piernas hacia el pecho, relajando y apoyando bien el cuello en el suelo. Mantén la tensión durante20 segundos.
Por último, para la espalda y los abdominales, siéntate en el suelo con una pierna flexionada, el codo debe ejercitar una presión sobre la pierna flexionada hacia la parte interior. Gira el busto manteniendo los hombros abiertos y llevando la mirada hacia el hombro opuesto a la pierna flexionada. ¡Y listo!
Estos son algunos de los ejercicios que podemos realizar, muy interesantes, ¿no crees? ¡Te animamos a intentarlos!



Fuente: http://blognutricion.com
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