lunes, 23 de julio de 2012

Básquet: Argentina casi puede con el Dream Team

Argentina no pudo ante Estados Unidos, pero la ilusión está intacta

Previo al comienzo de los Juegos Olímpicos, los dirigidos por Julio Lamas perdieron ante los estadounidenses por 86-80. Fue en Barcelona, en el último amistoso antes de llegar a Londres.
Después de la dura derrota ante España, el comienzo ante Estados Unidos –ayer se calzó la misma pilcha que el Dream Team original en Barcelona ‘92– pareció una pesadilla. Otro mazazo a la moral, apenas una semana antes del comienzo de los Juegos.
Pero entre un shockeante 1-16 en apenas un suspiro y la ilusión de un batacazo hasta los minutos finales hubo un abismo de sensaciones. Y lo mejor es que, en el balance de la caída 86-80 en Barcelona, la selección argentina de básquetbol salió fortalecida no sólo en comparación a los nubarrones propios que tapaban el sol en los últimos días, sino también en cuanto a la oposición y al plan de juego que ejecutó ante un equipo lleno de figuras NBA pero que carece de una idea colectiva (Durant es un crack que se sale del molde y resuelve con soltura).
Fue derrota, es cierto, pero aparecieron signos distintivos del equipo que va a Londres por su tercera medalla olímpica. Aun con limitaciones (el tema de los pivotes es un dolor de cabeza, porque “Pipa” Gutiérrez y Leiva no logran pesar), Argentina se repuso de desventajas de 20 puntos (69-49, la última), mostró una imagen combativa, le bajó el ritmo con el que se sienten más cómodos los NBA y llegó a ponerse a cuatro (74-78) en el tramo final.
Cero drama con la chapa del Dream Team, no sólo con quienes están acostumbrados a cruzárselos, sino también con otros como el cordobés Campazzo, quien aportó su desparpajo, jugó 7 minutos bien productivos en la levantada del segundo cuarto, le metió una tapa inolvidable a Kobe Bryant y se ligó, sin chistar, una dura falta de Chris Paul.
Ginóbili, que siempre encuentra espacios para crear (goleador con 23 puntos), y Scola, sobresale para moverse en la pintura (14 y 7 rebotes), fueron los naturales líderes ofensivos, aunque Delfino se recupera a ritmo acelerado: su capacidad anotadora está plena (15 en sólo 20 minutos) y completó el aporte del tridente que hizo 52 de los 80 puntos del equipo dirigido por Lamas, un DT que estiró la rotación y utilizó a sus 12 jugadores (Jasen y Kammerichs fueron otros dos que llegaron con soluciones desde el banco).
“Tenemos mucho por mejorar, pero jugamos mucho mejor en las rotaciones defensivas, al juntar gente en la pintura y ganamos en rebotes. Sentimos que dimos un paso adelante”, dijo Ginóbili al diario As. “El segundo tiempo fue el mejor de la preparación. Jugamos muy bien ante el mejor equipo posible”, completó Lamas, en Télam.
A unos días del debut con Lituania, la selección va reencontrándose con su identidad. Y lo mostró ante el “cuco”. No parece un dato menor, ¿no?


Fuente: Mundo D
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